jueves, noviembre 21, 2024
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Ajustes y tarifazos: universidades se encuentran sin luz, ascensores ni calderas.

El sector se ve sujeto a una fuerte restricción presupuestaria.

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Cortes de luz programados, ascensores que no funcionan, aires acondicionados o calderas que no se prenden. Ese es el panorama que se vive en varias facultades dependientes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) a raíz de los recortes presupuestarios ejecutados por el gobierno de Javier Milei.

Según estableció la UBA, a partir del lunes 15 de abril, todos los organismos dependientes deben seguir ciertas pautas de funcionamiento “a los fines de mitigar el crecimiento inercial del gasto que desencadenaría en la imposibilidad de poder afrontar los compromisos asumidos por la Universidad”.

Entre esas medidas, se establece “la no utilización de los servicios de acondicionamiento de aire (frío-calor) en los edificios de la Universidad, con excepción de los hospitales universitarios para la atención de pacientes y del acondicionamiento necesario para el correcto funcionamiento de equipos y la infraestructura tecnológica”.

También se limita el uso de ascensores y “se establece la utilización de los mismos sólo para aquellas personas con movilidad reducida y casos de asistencia o emergencia”.

Entre otras restricciones, se establece que “las convocatorias realizadas para los programas de investigación, ciencia y técnica y extensión universitaria estarán supeditados a la efectiva disponibilidad de presupuesto para poder ser afrontadas”. 

También las acciones vinculadas por el Programa UBA en Acción estarán limitadas a las financiadas por organismos externos a la UBA y/o aportes privados.