viernes, diciembre 27, 2024
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Aseguran que el 10% de las lactancias se pierden por la vuelta al trabajo de las madres

La prevalencia de lactancia al momento del nacimiento es del 96.9%, aunque a los 6 meses “se reduce bruscamente al 43.7%”, señaló la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna que comienza este lunes.

“Si amamantar es una opción elegida por la mujer y acompañada por el entorno existen más posibilidades de una lactancia exitosa, con múltiples beneficios tanto para el bebé como para la madre”, indicó la AAMR.

Según datos relevados en la 2ª Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS2, 2018-19), 1 de cada 10 lactancias se pierden por motivos relacionados con el retorno al trabajo.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Lactancia Materna (Enalac) de 2017 que relevó más de 23.000 casos en todo el país, la lactancia materna exclusiva se mantiene a los 2 meses en 6 de cada 10 niños (58%); a los 4 meses en 5 de cada 10 (51%); y a los 6 meses en 4 de cada 10 niños (42%).

Argentina cuenta con leyes y políticas públicas que garantizan los derechos de las personas a amamantar y ser amamantadas, como la Ley 26.873 de Lactancia Materna o la recientemente sancionada “Ley de los 1.000 días”, que “ofrece acompañamiento y asistencia en el embarazo y durante los primeros tres años de vida de los niños y las niñas, a todas las personas gestantes”, recordaron. 

En este sentido, subrayó que “promocionar y fortalecer los Espacios Amigos de la Lactancia en los ámbitos laborales es fundamental, para que el fin de la licencia por maternidad no determine también el fin de la lactancia” y precisó que “la evidencia señala que por cada mes de licencia que se extienda se podría reducir un 13% la mortalidad infantil”.

Gisela Martinchuk, coordinadora de la sección Neumonología Pediátrica de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y Secretaria del Comité Nacional de Neumología de la SAP, sostuvo que “la alimentación con leche humana es beneficiosa tanto para el bebé como para la persona que amamanta. El inicio de la lactancia materna antes de la primera hora de vida es una estrategia sanitaria de gran valor por su asociación con la disminución de la morbi mortalidad neonatal”.

“En lactantes, baja la incidencia de infecciones respiratorias y de diarrea, reduciéndose el riesgo de hospitalización por ambas patologías en un 57% y 72%, respectivamente, mientras que, a largo plazo, también se observa que disminuye en 26% el impacto del sobrepeso y en 35% el de diabetes tipo 2”, explicó.

“La Argentina cuenta con más de cien ‘Espacios Amigos de la Lactancia’ públicos y privados ya acreditados, pero deberían ser muchos más. Hay mucho por hacer”, insistió Sergio Snieg, médico pediatra del Comité de Pediatría Ambulatoria de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

La SAP, bajo el título “Lactancia Materna, una responsabilidad compartida”, destacó en un documento que es un derecho del bebé recibir este alimento, pero que no es responsabilidad solo de la persona gestante sostener el amamantamiento.

“La recomendación de lactar en forma exclusiva hasta los seis meses de edad y luego complementaria con otros alimentos hasta los dos años, o más, de vida del bebé, no debe asumirse como un acto que solo le incumbe a la mamá, sino que involucra un compromiso del que participan y son responsables los restantes miembros del grupo familiar, del trabajo y de la sociedad toda en su conjunto”, sostuvo Roxana Conti, médica pediatra y neonatóloga, secretaria del Comité de Lactancia Materna de la SAP.

A su vez, la lactancia brinda una oportunidad de reforzar el apego, con beneficios para el desarrollo infantil, por lo que no sólo debemos asumirla como una forma de alimentar sino como una medida eficaz de salud pública que redundará en beneficios a largo plazo. 

La lactancia materna promueve el vínculo entre la madre y su bebé, independientemente del entorno, y proporciona seguridad alimentaria al infante, desde el principio de su vida, contribuyendo a la seguridad alimentaria de toda la familia.

Si amamantar es una opción elegida por la mujer tenemos más posibilidades de una lactancia exitosa y en aquellos casos en que no es deseada, “debemos evitar culpabilizar, ampliando la escucha sin juzgar brindando información adecuada”, indicaron.

La AAMR recordó que “es importante que el/la pediatra observe el momento del amamantamiento para evaluar la prendida y si el agarre es correcto” porque “existen dificultades que pueden presentarse durante la lactancia, como grietas, mastitis, abscesos mamarios; los profesionales de la salud debemos detectarlos oportunamente para evaluar la conducta más adecuada a fin de evitar el abandono o la suspensión de ésta”.

La lactancia materna implica equidad en términos de alimentación: la leche humana siempre es de la mejor calidad y, como hemos señalado, todos los bebés tienen derecho a comenzar a alimentarse de la mejor forma.

Por su parte, la Asociación Civil Argentina de Puericultura (Acadp) lanzó la semana pasada, en la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas, la iniciativa “Lactancias en Territorio”, que busca formar y acompañar a las familias de barrios vulnerables “para que la lactancia sea cada vez más accesible”, articulando con organizaciones sociales, las cuales ofrecen sus espacios para brindar las capacitaciones.

Realizará diversas actividades “con el objetivo de promover la lactancia humana y el vínculo temprano; garantizar el acceso a servicios de puericultura; la formación de profesionales y agentes de salud, y la información a familias “para que la lactancia sea cada vez más accesible”, enfatizó Virginia Laino, vocera de la asociación en diálogo con Télam.

En tanto, el próximo 24 de agosto se realizará la Mesa Argentina de Lactancia, un encuentro entre el sector académico, los efectores de salud y las organizaciones sociales para “poner sobre la mesa los desafíos de la lactancia en la era moderna”, concluyó Laino.