sábado, abril 27, 2024
CIUDAD

Fiscales y jefes policiales se reunieron con vecinos de Ramos Mejía por la inseguridad

Fotos de Andrés Pelozo.

El incremento de los casos de inseguridad en los últimos tres meses en Ramos Mejía sur motivó a los vecinos a recurrir a las autoridades judiciales y de las fuerzas de seguridad que prestan servicio en La Matanza, para organizar una reunión con el objetivo de esclarecer asuntos vinculados con las medidas adoptadas para la prevención del delito.

Los miembros de la Asociación Civil Vecinos de Ramos Mejía se reunieron previamente con la fiscal general de La Matanza para interiorizarse sobre el trabajo que realiza la Fiscalía y para solicitar el encuentro con la comunidad.

En tal sentido, el pasado jueves 10 de noviembre, en la sede del Club Unidad de Matanza, se efectuó la reunión con integrantes de la comunidad ramense a la que concurrieron la Fiscal general Patricia Ochoa, acompañada por los secretarios Federico Pontello y Florencia Castro; la fiscal de Drogas Julia Panzoni y la plana mayor de las fuerzas de seguridad del distrito, compuesta por el coordinador Gral. de Comandos comisario mayor Claudio Segovia, el jefe de Distrito José Zabala, el jefe del Comando Norte Sergio Fernández, el comisario de la 1era de San Justo Bruno Sosa, el comisario de la 2da de Ramos Mejía Fernando Guzmán y la subcomisaria a cargo de la Oeste 8va de Don Bosco Cinthia Mussa.

En la inédita reunión los miembros de la Fiscalía explicaron que las denuncias se deben realizar a las diversas fiscalías dispuestas en el distrito y que es necesario aportar las pruebas, como por ejemplo videos, para que puedan canalizar los expedientes.

“Los canales para hacer las denuncias y el número de proceso que genera es importante para hacer un seguimiento ante la necesidad de asignarlo a la causa por parte de la Fiscalía, porque sólo sirve si forma parte de un proceso penal para imputar a una persona. Por eso se hacen imprescindibles las pruebas”, aseguró Pontello.

Por otra parte, la fiscal de Drogas Julia Panzoni, explicó los procedimientos para que la comunidad aporte información sobre la venta de drogas ilegales al menudeo que se efectúan en los distintos barrios, y garantizó el anonimato de los denunciantes para animarlos a aportar información.

“Con la denuncia y las pruebas se pueden iniciar las investigaciones, porque para realizar allanamientos se necesitan varios pasos y acopiar varios elementos para elevarlos al juez de Garantía, que es al que tenemos que solicitarlo. Pero esos pasos son fundamentales”, sostuvo la fiscal Ochoa.

Los jefes policiales, por su parte, explicaron los cambios realizados por el Ministerio de Seguridad provincial en La Matanza vinculados con el uso de los patrulleros. En tal sentido, aclararon que las comisarías no disponen de móviles policiales debido a que fueron asignados a los tres Comandos que funcionan en el distrito: Comando Sur, Comando Centro y Comando Norte.

La sede del Comando Norte está ubicada en la zona céntrica de Ramos Mejía y se encarga de cubrir el área comprendida por Camino de Cintura hasta Gral. Paz y desde Aldo Bonzi hasta Ramos Mejía, y que está dividida en 62 zonas para las que disponen de un total de 44 patrulleros, según explicaron los jefes policiales.

Los vecinos que asistieron a la reunión destinaron la mayoría de sus preguntas a los uniformados para que explicaran las estrategias adoptadas para capturar a los motochorros que, desde hace meses, roban en la zona sur de la ciudad.  Casualmente, horas antes del encuentro capturaron, en un operativo, a la cómplice del motochorro atrapado en Alvarado y Rondeau, frente al colegio Ramos Mejía.

La predisposición mostrada por la Fiscal general para canalizar los reclamos vecinales y agilizar los métodos para tratar que las denuncias tengan un destino apropiado fue destacado por los vecinos.

No obstante, se vivieron momentos se suma emotividad, que tomaron forma de discurso cuando una de las vecinas se paró y no pudo evitar romper en llanto al reclamar, con la voz entrecortada por la congoja, recuperar “la vida que teníamos”, debido a que la inseguridad hizo que sus hijas se fueran del país.

El silencio, que invadió el amplio salón dispuesto para la reunión, fue el mejor ejemplo de que en ocasiones las palabras están de más y que sólo las acciones pueden brindar esa sensación de seguridad que reclama cada una de las personas que viven en esta ciudad, que desde años se transformó en un sitio en el que reina la inseguridad.

FISCALÍAS A LAS QUE SE PUEDEN ENVIAR LAS DENUNCIAS POR CORREO ELECTRÓNICO