Trump, los libertarios y una peligrosa narrativa sobre la discapacidad
Por Martín Méndez, periodista especializado en comunicación política.
En política, nada es casual. Y mucho menos cuando se trata de discursos que, aunque parezcan aislados, terminan marcando agenda en distintos países.
En Estados Unidos, Donald Trump vuelve a instalar un tema delicado: ahora apunta al autismo, sugiriendo —sin evidencia científica seria y confiable— que sería consecuencia de ciertas medicaciones tomadas durante el embarazo. Un mensaje que, lejos de buscar soluciones reales, abre la puerta a la estigmatización y a que los Estados se desentiendan de su responsabilidad con las personas con discapacidad y sus familias.
En Argentina ya vimos cómo ciertos sectores libertarios replicaron fielmente los lineamientos de Trump en cuestiones como la identidad de género y la salud pública. No sería extraño que, tarde o temprano, intenten imponer esta nueva narrativa para deslegitimar reclamos tan urgentes como la emergencia sanitaria del Garrahan y otros hospitales pediátricos, donde la atención de niñas y niños con distintas discapacidades es fundamental.
Cuando las palabras de un líder extranjero encuentran eco en quienes gobiernan aquí, no hablamos solo de política exterior: hablamos de la vida real de miles de personas. Y detrás de cada discurso que busca recortar derechos, siempre hay una estrategia.
Que no nos confundan: la verdadera emergencia está en la salud pública y en la necesidad de un Estado presente, no en fabricar enemigos imaginarios.