Condenaron a perpetua al femicida de La Tablada
El femicida que mató a su pareja, una profesora de química, frente a sus hijos de uno y tres años durante una discusión en una vivienda de La Tablada, fue condenado a prisión perpetua por la justicia criminal de La Matanza.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 del distrito matancero condenó a Ricardo Ocampo Ayala, de 31 años, a la pena máxima por el delito de “homicidio agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género” en perjuicio de Mariana Denise Mastrángelo (23 años), según el fallo judicial.
El representante del Ministerio Público dio por probado que el crimen que ocurrió alrededor de las 21:00 del domingo 29 de octubre de 2017, en la vivienda de la calle José Antonio Miralla al 5.300 y Camino de Cintura, frente a la rotonda de La Tablada, donde el acusado intentó suicidarse con un cuchillo.
En esa ocasión, Ocampo Ayala llamó a su padre, de nacionalidad paraguaya, para decirle que fuera a buscar a sus hijos porque se había “mandado una cagada” con su concubina. Al llegar al lugar, el hombre y otros familiares de la joven que no podían ingresar al inmueble, escucharon el llanto de los hijos de la pareja.
Ante esta situación, derribaron la puerta, que estaba cerrada con llave, y al entrar la familia encontró el cuerpo de la docente en una habitación de la casa, mientras que Ocampo Ayala no estaba.
Los chicos de la pareja fueron rescatados y puestos a resguardo, aunque el mayor de ellos llegó a decir: “Papá le puso una bolsa en la cabeza y la mató”.
Los familiares alertaron a efectivos de la comisaría 3ra. Noreste de La Tablada que iban a bordo de un patrullero y contuvieron a los hijos que habían presenciado el crimen.
El fiscal de instrucción Carlos Arribas supervisó el trabajo de Policía Científica que realizó los peritajes correspondientes. Voceros policiales explicaron que cuando las tareas estaban terminando el funcionario judicial observó una puerta de madera que no había sido abierta por la Policía.
El fiscal le pidió a un efectivo que la abriera y en ese momento se percataron de que Ocampo Ayala estaba escondido, ensangrentado y gritando que se iba a matar ya que se había cortado el cuello y las muñecas.
Ante esa situación, personal del Grupo Halcón fue convocado al lugar y un negociador logró que el femicida se entregara, tras lo cual fue trasladado al hospital Alberto Balestrini, en Ciudad Evita, donde fue atendido.
El sospechoso se negó a declarar y sólo le relató a los policías que lo detuvieron que la había matado porque ella quería terminar la relación y comenzar una nueva con otro hombre, aunque esos dichos nunca tuvieron validez judicial.
Por su parte, el médico legista estableció que la mujer murió por sofocación dado que en el cadáver no había lesiones, el cuello no tenía marcas y sólo había sangre en las fosas nasales. Al respecto, el resultado de la autopsia corroboró que la causa de la muerte fue por asfixia.
Además, los investigadores no encontraron ninguna bolsa en la escena del crimen pese a que el niño había dicho que fue ese elemento el utilizado para asesinar a su madre y sospechan que en realidad pudo haberla asfixiado con una almohada.