Trabajadores sindicalizados denuncian medidas de achicamiento en el Banco Santander
La Comisión Gremial Interna (CGI) del Banco Santander inició una campaña a nivel nacional para denunciar “maniobras de achicamiento” impulsadas desde el grupo transnacional con la finalidad de cerrar sucursales y despedir a trabajadores, según afirmaron los delegados.
El secretario general de la CGl seccional Buenos Aires, Cristian Stratico, en diálogo con De Ramos Digital, sostuvo que desde el Banco impulsan “maniobras de desgaste hacia el personal que recibe presiones para que acepten el traslado hacia otras Fintech que creó esta multinacional pero, luego de unos meses, empiezan a precarizarlos”.
En tal sentido, aseguró que en lo que va de la pandemia 500 personas dejaron de pertenecer a la planta permanente del banco, en algunos casos, por la presión que ejercen sobre los trabajadores. “Los mandan a otras sucursales sin claves, o no les dan funciones. Los desgastan psicológicamente y terminan yéndose y, de esa manera, están cubiertos porque ellos no despiden”.
Stratico, que también es el secretario Nacional de Acción Social de La Bancaria, indicó que la campaña lanzada desde el gremio pretende visibilizar “las maniobras de la entidad para que los trabajadores tomen conciencia y para que sepan que es un engaño y, además, para evitar que el banco las implemente”.
Asimismo, las autoridades del Santander recibieron en tres oportunidades al líder de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, para abordar la problemática de la automatización de las sucursales lo que derivaría en la reducción de puestos de trabajo como consecuencia del cierre de numerosas sedes.
“El plan de la entidad es automatizar más de 70 sucursales para reducir puestos de trabajo, sin embargo, por disposición del Banco Central está prohibido el cierre de sucursales durante la pandemia. Ahora estamos esperando que nos den respuestas a nuestros reclamos pero, al no tenerlas, iniciamos medidas de fuerza contra el banco”, sostuvo Stratico.
La sucursal de Ramos Mejía también corre el riesgo de ser incluida en el proceso de automatización, lo que implica que el banco elimine las cajas y la atención al público, deje los cajeros automáticos y asigne a dos personas para que trabajen en la sede y, como consecuencia, se reduzca la cantidad de personal.
El representante gremial aseguró que “lamentablemente se avizora ese futuro. Pero somos un gremio muy fuerte y estoy convencido de que vamos a poder encontrar la solución para defender nuestro trabajo y los derechos de los bancarios”.
Stratico, explicó que “los problemas comenzaron en 2017 cuando el Banco Santander compró el Citibank e incorporó la cartera minorista, por lo que la cantidad de sucursales se elevó a 476 y se sumaron 2.000 compañeros más. Luego de un tiempo comenzaron los achicamientos, y nos encontramos en la actualidad con 404 sedes en funcionamiento”.