Estudio argentino mostró cómo las infecciones pueden empeorar progresión de la esclerosis múltiple
Las infecciones por cualquier causa pueden empeorar las lesiones en la corteza cerebral que tienen las personas con esclerosis múltiple y acelerar la progresión de la enfermedad, según un estudio preclínico realizado por investigadoras e investigadores de Conicet, el Instituto Leloir y el Hospital Italiano, lo que abre las puertas al desarrollo de tratamientos para regular una sustancia que se sobreactiva a partir de una infección.
“Lo que logramos con el estudio es describir el mecanismo por el cual una infección en un paciente con esclerosis múltiple, como una infección urinaria o una gripe, puede empeorar la enfermedad”, explicó Berenice Silva, médica neuróloga y primera autora del trabajo e integrante del laboratorio de Fernando Pitossi en la Fundación Instituto Leloir (FIL).
La investigadora, que además trabaja en los centros de esclerosis múltiple del Hospital Italiano y del Hospital Ramos Mejía, detalló que lo que encontraron fue que “las infecciones pueden provocar en la sangre el aumento de unas proteínas llamadas citoquinas inflamatorias y eso puede ingresar al sistema nervioso central y empeorar la lesión que tienen ya previamente los pacientes con esclerosis”.
Para llegar a esta conclusión trabajaron con la sangre de ratas que tenían previamente lesiones en la corteza cerebral como las que produce la esclerosis múltiple: “No infectamos a los animales sino que inducimos en la sangre el aumento de las citoquinas y lo que vimos fue cómo se empeoraban las lesiones en el sistema nervioso central”, describió.
El mecanismo por el que cual se produce este empeoramiento está vinculado a que las citoquinas activan unas células llamadas microglías, “que ya están activas por la esclerosis, pero que a partir de las infecciones se sobreactivan y eso provoca un daño extra”, explicó.
Las citoquinas que menciona Silva son las que se producen en los pacientes con Covid-19 grave y con otras patologías, que provocan una “tormenta” que genera una inflamación exacerbada en todo el organismo.
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica caracterizada por ataques del propio sistema inmunológico a la sustancia que recubre los nervios (mielina); además de en la sustancia blanca, también produce lesiones en la corteza cerebral (sustancia gris) que causan diferentes niveles de discapacidad en los pacientes.
Las conclusiones del trabajo, publicado en la revista “Multiple Sclerosis and Related Disorder” (https://www.msard-journal.com/article/S2211-0348(21)00613-1/fulltext) tienen dos implicancias.
“En primer lugar, la importancia de la prevención de infecciones en las personas con esclerosis múltiple porque pueden empeorar la progresión de la enfermedad”, sostuvo Silva.
La investigadora indicó que “hasta hace un tiempo se consideraba que cuando las infecciones se iban todo volvía a la normalidad, pero ahora hay cada vez más evidencia de que las infecciones en las personas con esclerosis múltiple, si bien pueden no producir un empeoramiento inmediato, sí lo pueden hacer a largo plazo”.
Más allá de la prevención, Silva señaló que “este descubrimiento abre la posibilidad de pensar tratamientos nuevos que tengan como objetivo las microglías. Si uno farmacológicamente puede tener a estas células menos activadas se podría evitar que sigan afectando al sistema nervioso y provocando una evolución de la enfermedad”.
En el mismo sentido, la doctora en Ciencias Biológicas Carina Ferrari, líder del estudio e investigadora del Conicet en la FIL, señaló que “la información recogida en nuestro estudio preclínico serviría no tanto como tratamiento directo para la enfermedad, sino como una nueva medida de prevención a tomar en cuenta”.
“Lo que nos interesa ahora es realizar estudios de colaboración entre científicos y médicos y comprobar si esto también ocurre en pacientes. Si fuera así, atenuar de manera temprana la inflamación periférica podría tal vez reducir la extensión de las lesiones cerebrales características de la enfermedad”, indicó.
Del trabajo también participaron Fernando Pitossi, María Isabel Farías, Esteban Alberto Miglietta y María Celeste Leal, de la FIL y del Conicet, y Juan Carlos Ávalos, del Departamento de Neurología del Hospital Italiano.