Fotógrafa pudo reconstruir la historia de tres veteranas de Malvinas en el Operativo “Influencia”
(Por Laura Pomilio) La fotógrafa Ivy Perrando Schaller investigó el rol de las mujeres durante la guerra de Malvinas con un trabajo documental que se extendió por cuatro años y que le permitió echar luz sobre la llamada Operación “Influencia”, un operativo militar ordenado por el Estado Mayor Conjunto que la dictadura ordenó y llevó a cabo en las islas en medio del conflicto de 1982.
Perrando Schaller, que se dedica a la fotografía documental, fue rastreando una a una las historias del listado de las 16 veteranas de Malvinas reconocidas en la resolución 1438 suscripta en 2012 por la entonces ministra de Defensa Nilda Garré con el objeto de visibilizar sus historias, lo que finalmente dio como fruto su muestra “Valientes: una historia de mujeres”.
A raíz de esta iniciativa personal, a la fotógrafa nacida en Río Gallegos le llamó la atención que tres de esas 16 mujeres, con las que no había podido tomar contacto, habían participado en la bautizada “Misión Influencia”, un operativo de carácter reservado que consistió en el envío a las islas de un contingente de civiles una vez iniciada la guerra: allí comenzó una nueva línea de investigación.
Cuando en abril vio en el portal de Télam una producción especial con fotos inéditas de la guerra de Malvinas, producto de un intenso trabajo de recuperación del archivo fotográfico que la dictadura había decidido ocultar, Perrando Schaller se puso en contacto con la agencia y, entonces, logró acceder a “imágenes que son el registro vivo” de lo que pudo reconstruir de esa operación.
En el año 2009, a través de una resolución ministerial, la cartera de Defensa que conducía Garré reconoció como veteranos de guerra a un grupo de “siete civiles descendientes de ingleses” por haber “prestado funciones en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) en el marco del operativo militar ‘Influencia’ dirigido militarmente por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas”.
Tres de esos ocho civiles eran las mujeres de ascendencia angloirlandesa Sylvia Storey, Maureen Dolan y Cristina Cormarck, quienes en el marco de esta misión viajaron en dos oportunidades a Puerto Argentino, con un primer viaje fechado el 16 de abril y un segundo que se extendió durante los días 24, 25 y 26 de ese mismo mes, ya declarada la guerra pero con la flota británica aún lejos del Atlántico Sur.
En enero de este año, Perrando Schaller logró contactarse con Cormarck, la única de las tres mujeres que se encuentra con vida, quien pudo contarle en primera persona la experiencia vivida por esas tres civiles que de forma voluntaria eligieron ir a las islas para ponerse en contacto con los isleños y contarles “que sus costumbres y cultura eran respetadas en Argentina”.
“Cristina es descendiente de británicos, Maureen era descendiente de irlandeses y Sylvia era una inglesa hija de un cónsul escudero de la corona británica que por el enorme amor adoptivo que tuvo con la Argentina dejó a su marido y a sus cinco hijos para irse a Malvinas para hacerle entender a los malvinenses que ellos, como descendientes de británicos, y que ella, particularmente inglesa, respetaban sus costumbres y sus formas”, expresó en diálogo con Télam la investigadora nacida en Santa Cruz.
La fotógrafa resaltó la “mezcla de ingenuidad y al mismo tiempo de audacia” de este grupo de civiles que en su mayoría residía en el partido bonaerense de Vicente López y que, según expresó Perrando Schaller en base a lo charlado con Cormarck, “no es que fueron convocados sino que ellos mismos tuvieron la idea de viajar a Malvinas”.
Según contó la fotógrafa, el deseo de estos civiles era “ir a Malvinas a que los isleños supieran que (en la Argentina) se podía ser perfectamente descendiente británico, que sus costumbres se iban a respetar, que no iba a cambiar nada, porque ellos venían de Argentina y habían vivido eso”.
Asimismo, Cristina Cormarck le contó que al llegar a Malvinas las acciones de los civiles a cargo del operativo “Influencia” consistieron en ir “charlando, casa por casa” por los domicilios de residentes en Puerto Argentino, “con la excusa, en principio, de traer la carta de un conocido en Argentina”, ya que antes de viajar a las islas habían conseguido que “familiares de isleños que vivían en Argentina las redactaran para llevárselas.
“En una de las fotos recuperadas del archivo de Télam se la ve a Cristina (Cormack) con su grupo explicando cómo van a llegar a Puerto Argentino, cómo van a hablar con los malvinenses”, relató la fotógrafa, quien al visitar el archivo fotográfico de Télam pudo finalmente “ponerle imagen al relato”.
“Son las fotos de Télam las que me muestran a Cristina (Cormack) hablando con soldados con la campera azul y blanca, de la que ella me habló”, ejemplificó en este sentido.
La fotografía del archivo que más la conmovió resultó ser aquella en la que se ve al grupo de civiles argentinos reunidos en el hotel en el que se hospedaron en Malvinas mientras llevaron a cabo la misión aprobada por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
“Esa imagen confirma todo lo que yo había podido reconstruir a partir de mi investigación y del relato de Cristina (Cormack)”, subrayó la investigadora.
Y en el mismo sentido, amplió: “Toda la historia, todo lo que yo sé, se concreta en una imagen como solo la fotografía puede hacer, por eso lo importante del archivo de Télam, porque hay fotos que son momentos que alguien está esperando que los reconozca”.
“Yo reconocí todos estos y, por extensión, cuando a cada uno de ellos lo vean sus familias van a ver a su ser querido haciendo algo por la patria, ya que ese grupo de siete personas entendió que tenía que ir (a las Malvinas) y ayudar”, destacó.
En otro orden, Perrando Schaller valoró el sentido del trabajo documental en la fotografía y destacó el esfuerzo cotidiano que suele dedicarse a la recuperación de archivos.
En esa línea, advirtió que “el montón de imágenes que pueden estar huérfanas de contexto”, cuando alguien conoce la historia que subyace en cada una de ellas, pasan a tener otra significación.
“El espacio de trabajo que tiene el archivo de Télam es fundamental porque hay un montón de gente que sabe qué es esa foto y la foto, justamente, está esperando a ser reconocida”, remarcó, para finalmente concluir: “Esto también es recuperar identidad”.