lunes, diciembre 2, 2024
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“Sapiens”, el cómic de Harari que busca acercar a un público masivo la historia de la humanidad

Luego de vender más de 21 millones de ejemplares y de ser traducido a 65 idiomas, el ensayo “Sapiens. Breve historia de la humanidad”, del historiador israelí Yuval Noah Harari, pensador ineludible para entender el mundo que habitamos, fue adaptado al formato de novela gráfica y dosificado en varios tomos que ya llegaron a librerías de Argentina bajo el título “Sapiens. Una historia gráfica”, el cómic definitivo que busca acercar a un público masivo la historia de la humanidad. 

Convertido en bestseller desde su aparición en el año 2013, publicado por el sello Debate (Penguin Random House), el libro “De animales a dioses” se plantea como una “breve historia de la humanidad” que consigna los hitos alcanzados por las tres grandes revoluciones del hombre: la cognitiva, la agrícola y la científica, un relato donde el autor reformula la idea de progreso y asegura que la cultura es una invención que transcurre al margen de la biología.

Con la ayuda de David Vandermeulen (coguionista) y Daniel Casanave (ilustrador), Harari echa mano al lenguaje más contemporáneo que, mezclado con las ilustraciones, se posiciona como un acercamiento amable y en un tono risueño a las generaciones más jóvenes: la historia entonces no es solo contada con dibujos sino también presentada como si fueran temporadas de una serie, a través de anuncios publicitarios, capítulos titulados, por ejemplo, “Sexo, mentiras y pinturas rupestres”, o la aparición de la Doctora Ficción, una superheroína con capa y traje ajustado al cuerpo. 

Además, el relato se estructura con las preguntas de la niña llamada Zoe, que interroga a su tío Yuval sobre distintos temas de la historia.

“Sapiens” representa efectivamente la “historia gráfica” de lo que el historiador israelí ya había presentado en su ensayo original: seis especies de humanos compartían el planeta hace 100.000 años y hoy sólo una, la del Homo Sapiens: ¿Cómo logró esta especie imponerse en la lucha por la existencia? ¿Cómo surgió la creencia en dioses, naciones o los derechos humanos? ¿Las religiones son una construcción social similar al capitalismo o los derechos humanos? 

A raíz de estos interrogantes, Harari (1976), un profesor de Historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén, organizó un texto que condensa los hitos cruciales para el desarrollo de la humanidad como la transformación de la relación con los animales que significó la llegada de la agricultura y el impacto de la Revolución Cientí­fica y la Revolución Industrial, dos procesos desplegados con minucia en este texto que reformula también la idea de progreso.

De esta manera, son dos por ahora los tomos publicados de “Sapiens. Una historia gráfica”: el primer tomo bautizado “El nacimiento de la humanidad” explicado en la contratapa como el “relato de cómo un simio insignificante consiguió imponerse en la lucha por la supervivencia y fue capaz de dominar el planeta Tierra, dividir el átomo, llegar a la Luna y manipular el código genético”.

Con las ilustraciones, claro, se abren ciertas concesiones que no aparecían en el original, por ejemplo, casi al principio de este tomo se ve el dibujo de un elefante plantando una bandera en la luna, y un hipopótamo que añade: “Un pequeño paso para el hipopótamo; un gran salto para los mamíferos”, todo esto junto a la leyenda “Este libro explicará por qué las cosas no sucedieron así”.

Hay incluso un juego de cartas con las que disputan el narrador Harari con su sobrina Zoe, que trae las características de los especies desaparecidas, hay una presentadora de televisión anunciando los siguientes capítulos de la próxima temporada de la serie “Evolución” o incluso un folleto publicitario para aprender a usar el fuego, según la especie humana a la que se pertenece.

Al igual que en el ensayo original, Harari analiza la manera en que las corrientes de la historia han modelado la sociedad y avanza en la diferencia crucial entre los animales y los homo sapiens, especialmente en la capacidad de esta especie para generar ficciones y transformarlas en mitos compartidos por millones de personas.

“Contar relatos efectivos no es fácil”, asegura la superheroína Doctora Ficción, mientras utiliza unos lentes de realidad virtual. “La dificultad no estriba en contarlos sino en convencer a todos para que se los crean”. Y prosigue: “Gran parte de la historia gira alrededor de esta cuestión: ¿Cómo convence uno a millones de personas para que crean ciertos relatos sobre dioses o naciones o compañías de responsabilidad limitada?”, dispara desde un globo de diálogo.

A lo largo de 256 páginas de ilustraciones a todo color y un texto de fácil comprensión, el primer volumen cuenta entonces la historia de la creación y la evolución de la humanidad, explorando las formas en que la biología y la historia nos han definido y mejorado nuestra comprensión de lo que significa ser “humano”.

“No hay dioses en el universo, no hay naciones, no hay dinero, ni derechos humanos, ni leyes, ni justicia fuera de la imaginación común de los seres humanos”, afirma el ensayista -ya como personaje de cómic- mientras pone el foco en la capacidad de la especie humana para el autoengaño colectivo. 

Según Harari, las religiones son meras ficciones, pero el hombre prehistórico necesitó de estas ficciones para aumentar su fortaleza y en sucesivas mutaciones genéticas quedó impreso en el cerebro la necesidad de creer. No sólo eso, también los deseos y emociones están movidos por estímulos heredados de las ancestrales sociedades de los cazadores-recolectores.

La gran ventaja del hombre sobre otras especies es, según plantea Harari, que a diferencia de las manadas del animal, los hombres han sido los únicos capaces de generar redes de cooperación a gran escala -tribus, iglesias, ciudades o naciones- y un circuito de mitos que justifican su importancia, expresado desde relatos como “el pueblo elegido de Dios” hasta “la nación libre y soberana” de los estados modernos.

El tomo 2, subtitulado “Los pilares de la civilización” explora de qué maneras la biología y la historia nos han definido y nos han ayudado a comprender lo que significa ser “humano”. “Si quieres averiguar por qué estamos todos atrapados en los sueños de nuestros ancestros, este es tu libro”, se promociona desde la contratapa este ejemplar que otra vez, utiliza recursos de la comunicación actual para continuar la narración del ensayo original.

Mientras avanza en la narración, el autor señala que el poder de los hombres es tan monumental que lentamente se adquieren capacidades que antes se le asignaban a las deidades de las religiones.

En ese punto, anticipa que la revolución biotecnológica marcará el final de sapiens, que será reemplazado por posthumanos, “amortales” o cyborgs, capaces de vivir para siempre. La hipótesis de Harari es que a partir de los últimos avances científicos y tecnológicos el homo sapiens ha logrado conquistar atributos que antes eran considerados divinos, como la posibilidad de generar vida en condiciones adversas, los adelantos que permiten la prolongación de la juventud y la posibilidad de medir el grado de excitación de las neuronas o detectar si una persona miente a partir de dispositivos que descifran el funcionamiento del cerebro.

ADN mutados, cyborgs -seres que combinan partes orgánicas e inorgánicas- o incluso especies exclusivamente inorgánicas serán el pináculo de la revolución del futuro, protagonizada por los cuerpos y las mentes. “No es una película de ciencia ficción. Será la revolución más grande de la humanidad y de la biología”, había dicho el propio Harari en una entrevista con Télam, cuando visitó la Argentina hace unos años. Pero para conocer este capítulo -al menos en su versión ilustrada- habrá que esperar al lanzamiento del tomo 3 de “Sapiens. Una historia gráfica”.