lunes, abril 29, 2024
COLUMNA DE LEONARDO NÚÑEZ

Búsqueda constante de la productividad, pensamiento positivo y emociones en lo cotidiano: algunas implicancias

Por Lic. Leonardo Núñez

Nos encontramos en tiempos en los que la sociedad nos impone o nos estimula a vivir de manera dinámica en el día a día, ya sea con cuestiones vinculadas al trabajo, al estudio, a distintos compromisos sociales, como también a la tan buscada ‘multitarea’, lo cual se va observando cada vez más no solo en lo cotidiano sino también en la búsqueda por parte de las empresas e instituciones a nivel general. Aquí, por supuesto, se encuentran elementos que merecen un análisis en profundidad respecto de la lógica del sistema, que puede ser tratado en posteriores publicaciones.

Sin embargo, en dicha lógica, se encuentra algo en lo que resulta interesante detenerse ahora, lo cual tiene que ver con la búsqueda constante de ‘ser productivo/a’. Al respecto, si nos encontramos en una sociedad en la que nos vemos presionados/as para cumplir con lo que ‘se espera’ en el día a día, y ello incluye elementos como mencioné anteriormente, de la mano de la multitarea, entonces pueden ocurrir, entre otros factores, dos tipos de consecuencias.

Por un lado, una manera de sobrellevar la carga diaria puede traducirse en ‘esquivar’ los momentos necesarios de introspección propios de cada sujeto para reflexionar, evaluar y procesar cuestiones necesarias a nivel psíquico, y una manera de ‘escaparse’ de ello es mediante el ‘pensamiento positivo’. Por otro lado, si se busca ‘ser productivo/a’ constantemente, nos encontramos ante emociones disfuncionales cuando ‘no lo somos’, y esto implica el conocido sentimiento o frase tan utilizada socialmente, la cual es ‘perder el tiempo’. 

En relación al pensamiento positivo, si bien puede resultar funcional en muchos aspectos, como en las cuestiones vinculadas al optimismo, con sus implicancias y características, no lo es cuando el sujeto lo utiliza para ‘seguir adelante’ sin procesar aspectos que necesitan ser elaborados a nivel psíquico, y si esto ocurre, pueden surgir distintos tipos de síntomas vinculados, entre otros, al estrés y la ansiedad, donde la persona continúa y continúa hasta que el cuerpo o la psiquis le dicen ‘basta’, algo que no resulta difícil observar habitualmente y cada vez con mayor frecuencia en distintos sectores sociales, donde las personas se encuentran presionadas para mantener una imagen de equilibrio u optimismo constante cuando por dentro no están bien, solo que esto es visible cuando culmina en algún síntoma observable.

Por otro lado, respecto de la búsqueda constante de ‘ser productivo/a’ o ‘no perder el tiempo’, también resultan necesarios los equilibrios. Tanto la multitarea como la actividad en el día a día pueden resultar funcionales para un sujeto, pero no lo es cuando se excede a la propia subjetividad, esto es, priorizar las responsabilidades o sobrecargarse de tareas por encima de las necesidades psíquicas de la persona, quien, como mencione anteriormente, necesita de sus tiempos a nivel emocional. Así mismo, situaciones en las que una persona siente que ‘pierde el tiempo’ debido a que ‘se tiene que ser productivo/a’ y no se logra según lo previsto, se afecta el ánimo y no se aprovechan factores necesarios o funcionales como son la mencionada introspección o la creatividad, algo que puede surgir desde el llamado ‘aburrimiento’ o desde la libertad y disponibilidad de tiempos para cada persona.

Tanto el pensamiento positivo como la búsqueda constante de ‘ser productivo/a’, elementos que, por supuesto, poseen también otras implicancias que no se abordan en esta publicación, resultan factores que pueden ser muy dañinos cuando superan las necesidades respecto de las emociones y la energía psíquica de cada persona. Es por ello que identificar el impacto que pueden tener en el día a día colabora con vivir de manera más saludable, debido a que las decisiones y actividades que se realizan en lo cotidiano son las que van formando el camino de una persona y profundizando tanto cuestiones funcionales como disfuncionales a nivel somático y psíquico, y lograr comprender la magnitud de dichas implicancias es tan importante como cualquier habito que pueda recomendarse desde la mirada médica o científica.