Lomas del Mirador: trabajadores de La Nirva anunciaron que resistirán el desalojo de la fábrica que mantienen ocupada
Dos días antes de fin de año la orden de desalojo judicial de la fábrica La Nirva, que funciona desde hace casi 50 años en Lomas del Mirador, generó incertidumbre en los 65 trabajadores que desde hace tres años luchan por conservar sus fuentes de trabajo.
El juez Fernando D’Alessandro, titular del Juzgado N°7 de La Matanza falló en contra de los intereses de los trabajadores al ordenar el desalojo, sin precisar fecha, de los integrantes de la Cooperativa creada por ellos ante la falta de pago de los salarios por los ex dueños de la empresa y el retiro del lugar.
Los trabajadores, 40 de las cuales son mujeres, convocaron el jueves pasado a las organizaciones sociales, políticas y a los vecinos a una reunión en la puerta de la planta ubicada en la calle Dorrego 874 de Lomas del Mirador, para explicar la situación en la que se encuentran.
Los problemas comenzaron en 2017 cuando Matías Pérez Paradiso y Marcelo Iribarren compraron la empresa que fabrica los alfajores Grandote y La Recoleta, además de copitos de dulce de leche y cubanitos. Al año siguiente comenzaron los despidos masivos, tanto que de los 120 empleados quedaron 65 y la producción comenzó a bajar.
Lorena Pereira, trabajadora con 21 años en la empresa, en declaraciones a NCO, explicó: “Así llegamos a las fiestas del 2019 cuando este hombre nos pagó con cheques sin fondos y, a partir de entonces, nos pagaba en cuotas. Asistíamos al trabajo pero no producíamos. Hasta que, en el verano del 2020, cuando comienza la pandemia, nos avisan los vecinos que estaban sacando las máquinas, por lo cual decidimos hacer un acampe frente a la fábrica para impedir el vaciamiento y preservar nuestra fuente de trabajo”.
Una de las mujeres que se puso al frente de la lucha, Paula Rojas, sostuvo que “nos adeudaban meses de salarios, aguinaldos, años de aportes, nos estafaron con cheques sin fondos e, incluso, incumplieron hasta las promesas realizadas en el Ministerio de Trabajo”.
Pérez Paradiso, se negó a realizar acuerdos con los empleados para abonar indemnizaciones, pero además, es acusado de ser el responsable de haber quebrado a varias empresas y de mantener importantes deudas con el fisco.
Los empleados, para proteger sus fuentes de trabajo se organizaron para ocupar las instalaciones y evitar que se llevaran las máquinas. Fue en ese momento cuando se constituyeron en una Cooperativa de trabajo para comenzar a producir.
“La empresa está en concurso de acreedores, han pasado casi dos años y la justicia no resuelve sobre la quiebra de la misma, pero en todo este tiempo a partir de tener el reconocimiento del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) y con el apoyo del MNER (Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas) presentamos un plan de trabajo viable para darle continuidad a la fábrica y hace un año que lo venimos haciendo, produciendo bajo nuestra responsabilidad, sostuvo Pereira a NCO.
Sin embargo, la Justicia nombró un síndico que aprobó el plan de trabajo presentado por la cooperativa compuesta por 60 trabajadores aunque aclaran que podrían generar puestos laborales para 200 personas por la dimensión de las instalaciones y las maquinarias de la planta.
En tanto, Rojas sostuvo que seguirán “en la planta en asamblea permanente para evitar el vaciamiento, así como nos hemos formado como cooperativa para poder sostener nuestras familias. Estamos fabricando alfajores para otras marcas y en diciembre hicimos pan dulce para poder seguir adelante. Pero necesitamos ayuda para seguir dando batalla por nuestras fuentes de trabajo”.