viernes, abril 19, 2024
EL ASESINATO DEL KIOSQUERO

El asesinato del kiosquero Sabo: De la tragedia a un fallo esperanzador

En poco más de nueve meses la familia del kiosquero Roberto Sabo, de Ramos Mejía, pasó de los vaivenes de la vida cotidiana a una tragedia. La comunidad ramense, en tanto, quedó impactada al comprobar que los delincuentes están dispuestos a matar al cometer un simple robo, por lo que se movilizó como nunca antes lo había hecho.

Al grito de “Justicia” copó Avenida de Mayo y ese reclamo fue escuchado y visto por todo un país. Los medios de comunicación capitalinos se hicieron eco de la tragedia y cubrieron las movilizaciones realizadas, que trajeron consecuencias para algunos jefes de Comisarías.

Las primeras conclusiones de la brutal muerte de Sabo indican que la Justicia actuó con celeridad y cumplió con las expectativas que depositaron en ella los familiares y la sociedad en su conjunto. Tal vez, la duda es que en los casos de fuerte repercusión social y mediática el Poder Judicial actúa de manera diferenciada a otros casos que no tienen trascendencia pública.

En cuanto a la seguridad provista por las fuerzas policiales, por el Ministerio de Seguridad bonaerense y por el propio Municipio de La Matanza los cambios no se perciben con tanta claridad.

A partir de la muerte del kiosquero Sabo, hubo cambios de comisarios, se reforzaron los operativos principalmente en el centro de la ciudad, pero también es cierto que las internas entre el Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni y el intendente Fernando Espinoza derivaron en medidas que impactaron en las decisiones en materia de seguridad.

Otro factor que incide en las políticas adoptadas por la comuna es la conformación de grupos vecinales organizados que funcionan como interlocutores entre los integrantes de los barrios de la ciudad y los responsables de los destacamentos policiales y con la Secretaría de Protección Ciudadana matancera.

El caso más representativo es el de los vecinos de la cuadrícula 17 que crearon la Asociación Vecinos de Ramos Mejía y que se encuentran en pleno trámite de la personería jurídica, lo que les permitirá constituirse legalmente en una entidad que se transforme en un verdadero nexo entre la comunidad y las entidades estatales.

El ejemplo de estos vecinos organizados hizo que los habitantes del barrio Don Bosco se encuentren en una etapa inicial para la conformación de un núcleo comunitario que una a los vecindarios de las cuadrículas 22 y 24, con la finalidad de lograr mejores resultados al momento de realizar reclamos ante las autoridades.

Tal vez, el caso del kiosquero asesinado en pleno Ramos Mejía impulsó a los vecinos a unirse e involucrarse de manera directa en los temas de seguridad comunitaria. Los responsables de velar por la seguridad de la ciudad, por lo visto, responden mejor cuando la ciudadanía organizada les exige acciones concretas.