viernes, abril 26, 2024
OPINIÓN

Los cambios ambientales y sociales aumentaron los casos de dengue en la región

Por Dra. Silvia E. González Ayala, especialista en Infectología, docente.

El dengue es una enfermedad causada por alguno de los cuatro virus del complejo dengue. Es transmitida por mosquito. Aedes aegypti es el principal vector y Aedes albopictus también en algunas áreas. Otras vías de transmisión son: transfusional, accidente punzo-cortante, madre-hijo.

Se diseminó rápidamente en el mundo debido a diversos factores: cambio climático (calentamiento global, determinante de la expansión geográfica del mosquito), urbanización, crecimiento de la población en las áreas endémicas, pobreza, viajes. En los últimos 50 años la incidencia aumentó 30 veces afectando a nuevas regiones y la mitad de la población mundial está en riesgo en 125 países. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que ocurren 100-400 millones de infecciones por año; el 80% son asintomáticas o formas comunes. La relación sintomático/asintomático es 1/15.

En las Américas, en las últimas décadas se produjo un importante aumento del número de casos y la tasa de incidencia en la población. En la década de 1980 se registraron 1,5 millones de casos mientras que en el período 2010-2019 fueron 16,2 millones. Actualmente, son 500 millones de personas las que están en riesgo. Canadá y Chile continental son los únicos países libres del vector y de la enfermedad autóctona.

Los cuatro serotipos circulan. En algunas regiones cocircula más de un tipo de virus dengue.

La infección por un serotipo, seguida por otra infección con un serotipo diferente aumenta el riesgo de padecer dengue grave y hasta morir. 

En nuestro país, la reemergencia del dengue se registró en el año 1997. Se producen epidemias anuales (fin de verano y comienzo del otoño) de diferente intensidad. Las más importantes epidemias nacionales ocurrieron en 2009-2010, 2015-2016 y 2019-2020. Durante éstas, las regiones con transmisión sostenida fueron noreste (Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones), noroeste (Jujuy, Salta, Santiago del Estero y Tucumán), central (Buenos Aires, ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe) mientras que fue limitada a algunas localidades en las provincias de Catamarca y La Rioja.

La tasa de incidencia de casos confirmados de dengue autóctono fue 108,3 por 100.000 habitantes y en los menores de 15 años 0,86 por 1.000 en el período 2014-2018. El grupo de edad más afectado ha sido el de 20-34 años.

Producida la picadura infectante el período de incubación es de 5-7 días. Cuando se manifiesta clínicamente cursa con fiebre (mayor a 38º C) menor a siete días de duración, algias (cefalea intensa, dolor retroocular [dolor de ojos], mioartralgias) y uno de cada cuatro presenta brote o erupción en la piel.

Los costos directos (en el sistema de salud) e indirectos (lucro cesante, traslados, impacto en el núcleo familiar) de la enfermedad son elevados.

La prevención del dengue requiere un enfoque multifacético. La educación para la salud, eliminando los sitios con agua acumulada en la vivienda y peridomicilio que puedan servir de criaderos de A. aegypti, evitando o disminuyendo el riesgo de exposición (horas crepusculares, ropa clara de manga larga, uso de pantalones, mosquiteros metálicos en las aberturas, mosquitero de tela evitando el contacto con el cuerpo, uso de repelente, es un pilar así como las intervenciones desde el área de saneamiento ambiental. La profilaxis activa por vacunas se inició con la aprobación de la vacuna tetravalente quimérica atenuada de origen francés cuya indicación de uso es exclusivamente en personas que han padecido dengue confirmado por pruebas de laboratorio y a partir de los nueve años de edad.

La vacuna licenciada a comienzo del mes por la agencia regulatoria europea también es una vacuna tetravalente con indicación de uso, independientemente del antecedente de infección por virus dengue, a partir de los cuatro años. La estrategia de vacunación en áreas endémicas y en viajeros a ésas regiones será recomendada por las autoridades de salud de cada país en base al diagnóstico de situación y los estudios de costo/beneficio/efectividad.

Por lo tanto, la combinación de acciones para la prevención tendrá impacto en la disminución de la carga de enfermedad en algunos años.