Cerró el Carrefour del shopping de Haedo y 60 trabajadores negocian su reubicación
Antes de la pandemia los pasillos interiores del shopping Al Oeste de Haedo lucían semivacíos, sin bullicio, desapacibles para las dimensiones de una estructura diseñada para albergar a miles de personas diariamente.
El escenario era muy distinto al de su apertura, en 1997, cuando el shopping ofrecía una propuesta de entretenimiento novedosa y renovada, con un complejo de 14 salas de cine, 24 canchas de bowling, bares temáticos, juegos para chicos y locales de venta de indumentaria, además de un inmenso patio de comidas que era visitado por alrededor de 100 mil personas por fin de semana.
Pero fueron surgiendo otras ofertas similares y el esplendor se fue apagando, hasta que llegó la pandemia y, como a muchísimas personas, el covid 19 fue letal para algunos de los emprendimientos comerciales cobijados bajo la gran estructura que se alzaba como un emblema de la zona.
La más relevante de las firmas que funcionaban en su interior, la sucursal del supermercado Carrefour, cerró definitivamente el domingo 27 de junio debido a la crisis económica del centro comercial agudizada por las restricciones sanitarias a causa de la pandemia del coronavirus.
Un cartel anticipó en la semana previa la determinación de la empresa multinacional de origen francés: “Señores clientes les informamos que nuestra sucursal de Haedo cerrará sus puertas el 27 de junio de manera definitiva. Gracias por todo”.
La decisión afecta a 60 trabajadores que deberán acordar su continuidad laboral con la empresa. Desde el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines de la zona Oeste (Seoca) aseguraron que negocian el traslado del personal a diferentes sucursales o un retiro voluntario.
“El sindicato consiguió una indemnización del 150% para aquellos que tienen mayor antigüedad y no les convenga la doble indemnización (que rige actualmente en el país) ya que esta no puede superar el tope de $500.000. Pero hay empleados sin antigüedad que sí les conviene la doble, por eso cada uno podrá elegir según su conveniencia”, explicó el abogado del Seoca, Javier Valenzuela, en declaraciones periodísticas.
El futuro del complejo parece incierto y, hasta momento, están abiertas las salas de cine, muy pocos locales comerciales y el patio de comidas en el que funcionan dos cadenas de hamburgueserías, aunque sólo en la modalidad para llevar.