jueves, diciembre 12, 2024
CIUDAD

La Casa de Auxilio, una de las instituciones más reconocidas de Ramos Mejía, cumple 105 años

Hace 105 años los vecinos de Ramos Mejía y de Villa Sarmiento impulsaron la creación de un centro de atención médica debido a que las incipientes comunidades de ambos pueblos necesitaban, a comienzos del siglo XX, un ámbito al que acudir ante los problemas de salud que pudieran tener sus habitantes, debido a la lejanía con la ciudad de Buenos Aires.

El 17 de marzo de 1917 un grupo de vecinos se reunió en el salón de actos de la Conferencia de Señoras de San Vicente de Paul, en la Casa Parroquial, frente a la plaza Sarmiento, para la fundación de un Hospital Vecinal. A partir de ese momento, como fruto del esfuerzo mancomunado de los vecinos, surgió la Casa de Auxilio de Ramos Mejía (CARM) con el primer objetivo de crear un hospital, pero ante los escasos recursos disponibles decidieron establecer una sala de atención primaria.

La Casa de Auxilio, que abrió sus puertas al público el 3 de febrero de 1918 en una propiedad alquilada en la calle 9 de Julio 24 frente a la plaza Sarmiento, contaba con una sala para consultorio y operaciones, con material completo para cirugía general y odontológica; sala de espera; otra con tres camas para hospitalización urgente de mujeres y una similar para hombres. Asimismo, poseía un ámbito de desinfección; botiquín y un espacio especial para reuniones de la comisión directiva y dirección. También contaba con una ambulancia con tracción a caballo para auxilios.

El médico Gabriel Ardoino firmando el Acta Inaugural de la Casa de Auxilio de Ramos Mejía.

Hacia fines de 1925 se produjo un hecho trascendental: el Ferrocarril del Oeste donó dos lotes de su propiedad, ubicados sobre la Avenida de Mayo, para que la Casa los usara en forma gratuita. Esa entrega se transformó, en 1926, en la cesión definitiva de la de los terrenos, y a partir de ese momento la comisión intensificó sus esfuerzos para materializar la construcción en ese lugar de un edificio propio.

El 20 de febrero de 1927 se colocó la piedra fundamental, en un acto público y la inauguración de la nueva sede se realizó el 22 de abril de 1928, con la presencia del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Valentín Vergara; del moronense ministro de Obras Públicas, Ernesto C. Boatti; del senador provincial Esteban Crovara y del intendente de La Matanza, José Lois.

Hasta fines de la década de 1950 CARM fue el único centro de salud en la zona oeste del conurbano bonaerense, lo que cambió con la construcción del Hospital Nacional “Profesor Dr. Alejandro Posadas” y del Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. L. Güemes”, de Haedo.

El surgimiento de ambos centros de alta complejidad hizo que la Casa de Auxilio modifique su misión inicial, que era darle salud al vecindario en momentos en los que no había ningún tipo de asistencia médica, por lo que se dedicó solamente a brindar medicina ambulatoria.

Pero fue en la década de los 80 cuando la entidad alcanzó un protagonismo inesperado en la zona debido a que no existían consultorios importantes o grandes centros de emergencias médicas, lo que derivó en un crecimiento exponencial que se materializó en la ampliación de la parte posterior del edificio, con un espacioso salón de actos y dos pisos para consultorios externos.

Fiesta popular en los festejos de un nuevo aniversario de la creación. 1941.

Sin embargo, las políticas neoliberales adoptadas en los años 90 derivaron en una severa crisis financiera para la Casa de Auxilio que estuvo al borde de la disolución en 1994. En ese momento, Arturo Ter Akopian y una renovada comisión directiva se hicieron cargo de la entidad y evitaron su desaparición.

En una entrevista publicada por De Ramos Digital, Ter Akopian explicó: “Me vinieron a buscar en 1994. Yo soy un hombre del mundo inmobiliario y no sé si me llamaron, para que cuando esto explotará, podía ser útil para vender la propiedad por su extraordinario valor inmobiliario. Lo cierto es que me hice cargo de la presidencia de la Casa de Auxilio en septiembre de 1994, en plena patria menemista y privatista”.

Otro de los motivos que llevó a CARM a la situación más delicada de su historia fueron los manejos poco claros de los que la administraban: “En ese momento la institución debía un millón de dólares, no entraba nadie, no había médicos. Después había un montón de ‘kioscos en el mal sentido de la palabra, de pequeños negocitos, hechos de corruptela menor, pero corruptela al fin, por ejemplo, con las compras de vacunas, con el dinero de los bonos que no se blanqueaban, entre otras cosas”, aseguró Ter Akopian.

En 27 años de gestión, Ter Akopian revirtió la situación en la que se encontraba la institución y la volvió a convertir en un centro de salud fundamental para la atención de los vecinos de Ramos Mejía y de las localidades aledañas.

“hoy brindamos toda la salud ambulatoria con un abono mensual muy modesto, con coseguros en cada una de las prestaciones. Ese coseguro tiene un “efecto mágico” porque el problema que tienen los prepagos es la sobrefacturación debido a la guerra interna que tienen con los sanatorios. En cambio, nosotros al tener un coseguro nos permite financiar las actividades´, lo que evita la sobrefacturación”, explicó el presidente de la entidad.

Uno de los aspectos que permitieron el resurgimiento de la institución de salud es la gestión transparente de su comisión directiva, aspecto reconocido por los principales referentes de la comunidad.

Ter Akopian indicó que una de las claves de la administración es que “pagamos al contado y eso baja enormemente los costos. El médico viene, trabaja y cobra en el día. Así con cada uno de los prestadores con los que tenemos convenio. Por ejemplo, tenemos contratado y tercerizado el servicio de operación de cataratas que es de primer nivel, al que van también los pacientes de las mejores obras sociales, pero lo que paga aquí por la operación de cataratas es menor a la cuota mensual que abona en su prepaga. Y acá lo abona por única vez”.

Arturo Ter Akopian, presidente de la Casa de Auxilio.

Por otra parte, en la Casa “hay 120 personas que cobran todos los meses lo que incluye al personal en relación de dependencia, empleados y, además, hay 60 especialistas. Por lo tanto, genera trabajo de manera directa para 180 personas, sin contar a los prestadores como los laboratorios, centros de ojos, ambulancia, entre otros”.

La Casa de Auxilio se transformó en un referente de salud ambulatoria en la zona a la que acuden más de150.000 personas por año (muchos de los que utilizan los servicios no son socios) y cuenta con más de 4.000 socios que abonan poco más 600 pesos mensuales por el plan de salud.