El Concejo Deliberante matancero aprobó la cesión de tierras de la Ciudad, en las que se asientan las villas más grandes del país
El traspaso de las 58 hectáreas en las que se encuentran las villas Puerta de Hierro, San Petersburgo, 17 de Marzo y 17 de Marzo Bis que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires transfirió al Municipio de La Matanza, fue aprobado por el Concejo Deliberante local, aunque la comuna mantendrá su demanda al Gobierno porteño para que le abone los más de 20 mil millones de pesos que adeuda en concepto de tasas municipales impagas.
La denominada “deportación de pobres” que la última dictadura militar realizó en 1969 hacia el conurbano derivó en la formación de múltiples villas que contribuyó a modificar las características de amplios sectores del distrito.
Los ediles matanceros, hasta la última sesión, se negaban a aceptar la transferencia de los terrenos debido a que el Gobierno porteño no respetó los acuerdo para que el traspaso contemplara la forma de pago por la deuda asumida por la Ciudad.
La Legislatura porteña aprobó en julio pasado la aprobación del convenio de cesión de los antiguos terrenos hoy transformados en barrios precarios. Los ediles oficialistas de La Matanza criticaron la manera en la que se aprobó el traslado porque se realizó “sin discusión ni explicaciones”, pero además, acusaron a sus pares del legislativo porteño de ocultar aspectos de fondo de la cesión.
Para transferir las tierras la Provincia de Buenos Aires, el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU) y el Municipio de La Matanza firmaron el convenio en agosto del año pasado.
El traslado masivo de personas de villas porteñas a los terrenos matanceros por parte del Gobierno del dictador Juan Carlos Onganía, fue la causa de la formación de los asentamientos actuales de Puerta de Hierro, San Petersburgo, 17 de Marzo y 17 de Marzo Bis, debido a que les construyeron viviendas precarias en esos lotes con la promesa de que les brindarían una solución futura a los problemas habitacionales, que la falta de voluntad política y las sucesivas crisis económicas modelaron un sector de La Matanza en la que la pobreza se consolidó a los largo de más de cinco décadas.